Impermeabilización de terrazas para reformas de cubierta
En esta entrada queremos hablaros sobre la impermeabilización de terrazas y su buena realización. Lo mas socorrido es que ante la aparición de una gotera en la última planta de un edificio la solución suele limitarse a pintar el falso techo. Esta técnica realiza un buen un lavado de cara pero tan solo oculta las posibles eflorescencias.
Esta solución, aunque rápida y económica, no es la más adecuada. A corto plazo, la goterá volverá a aparecer. Es imprescincible atajar el problema de raíz y buscar el origen del problema.
La mayoría de las veces, siguiendo el recorrido de la gotera, nos encontramos con todo tipo de causas:
– Unas baldosas de cubierta con el rejuntado en mal estado.
– Una cazoleta de desagüe que se ha desplazado con el tiempo.
– Una lámina impermeabilizante cuarteada por el paso del tiempo.
– Etc.
Una solución bastante rápida y sencilla consiste en la limpieza de la base y el pintado directo sobre el pavimento existente. Este proceso se realiza con pintura de caucho. Lo que se conoce técnicamente como revestimiento continuo elástico impermeabilizante. Esta alternativa cubre en superficie cualquier fisura, hueco o imperfección y ofrece una solución inmediata al problema.
La medida más duradera es la demolición de la terraza, saneado hasta la base y reconstrucción de todas las capas de cubierta. La reconstrucción se realiza desde la impermeabilización hasta el solado. Esta opción permite incluso la reconfiguración de las pendientes en los casos más extremos.
Una vez llegados a la base de formación de la pendiente se puede realizar una impermeabilización con láminas asfálticas selladas in situ. Con esta base y una capa de grava se puede dejar terminada una cubierta no transitable con una excelente durabilidad.
Este tipo de impermeabilización se remata con un refuerzo perimetral. Con este refuerzo se evita la filtración de agua en los encuentros entre suelos y paredes.
Si queremos que la terraza sea transitable, hay que tratarla de manera diferente. Para ello añadimos una capa de geotextil para proteger la impermeablización y una terminación con un solado de baldosas sobre un lecho de mortero. Este acabado hará que la impermeabilización quede más resistente y duradera.
Todas estas opciones, ejecutadas de forma adecuada, amplían notablemente la vida útil del edificio. La cubierta es seguramente la parte más delicada de las edificaciones y a la que hay que prestar más atención a la hora de rehabilitarlas. ¿Y tú? ¿Has comprobado el estado de tu cubierta?